Cambiaré es sólo otra palabra desgastada
No soy la princesa que esperabas, mi vestido no es rosa, ni mis zapatos de charol, y cuando sonrío no desprendo polvo de hadas. Perdí la inocencia hace unas cuantas patadas, y se me agria demasiadas veces la ironía en la mirada. Cuando río, lo hago a carcajadas, pero cuando me vuelvo oscura, se vuelve demasiado afilada mi navaja. Y me puede la rabia de no poder darte nada más, y se me pudre el alma de tener tan usadas las palabras. Soy lo que ves, y lo sabes, y conoces también la daga escondida bajo mi almohada. Y sabes que decirte cambiaré es sólo otra palabra desgastada. Quizá sólo te pueda ofrecer un camino lleno de baches, un manojo de errores y desastres, vértigo, ganas y miedo a partes iguales.