Y tú, luna...
Luna, que cubres las oscuras noches. Lobos que aúllan , o dulce romance, con mieles infinitas al alcance de vinos, los placeres, y derroches. Que quitas los abrigos y los broches, que llevas los seres al relance, son culpables a la hora del percance, y testigo eres luna, del desmoche. El poeta te escribe suspirando de la ingrata, o ingrato que partió, húmedas las mejillas y llorando, un soneto, un poema te escribió. Y tú, luna, ¿te quedaste ganando? La negra nube en lo alto te escondió.