Y tú, luna...
Luna, que cubres las oscuras noches.
Lobos que aúllan, o dulce romance,
con mieles infinitas al alcance
de vinos, los placeres, y derroches.
Que quitas los abrigos y los broches,
que llevas los seres al relance,
son culpables a la hora del percance,
y testigo eres luna, del desmoche.
El poeta te escribe suspirando
de la ingrata, o ingrato que partió,
húmedas las mejillas y llorando,
un soneto, un poema te escribió.
Y tú, luna, ¿te quedaste ganando?
La negra nube en lo alto te escondió.
Lobos que aúllan, o dulce romance,
con mieles infinitas al alcance
de vinos, los placeres, y derroches.
Que quitas los abrigos y los broches,
que llevas los seres al relance,
son culpables a la hora del percance,
y testigo eres luna, del desmoche.
El poeta te escribe suspirando
de la ingrata, o ingrato que partió,
húmedas las mejillas y llorando,
un soneto, un poema te escribió.
Y tú, luna, ¿te quedaste ganando?
La negra nube en lo alto te escondió.
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