...

Porque hay días en los que es mejor no decir nada.
Porque hay días en que se me niega la expresión.
Porque hay días en que el ruido me ensordece.
Porque hay días en los que sobran las palabras.
Porque hay días que la Luna nos rehuye, 
y al Sol se le hace tarde para salir.
Porque hay días en que nadie nos escucha. 
Porque hay días en que todo es muy disperso. 
Porque hay días que anhelo la transparencia.
Porque hay días en los que no hay nada que decir.
Porque ocasional el silencio duele menos,
pues las palabras te hieren a morir.
Porque hay días en que el tiempo nos tortura.
Porque hay días que la vida es muy compleja. 
Porque hay días en que pesa hasta el vivir.
Porque hay días que el amanecer no llega.
Porque hay días que no entiendo el existir
habiendo otros que me siento muy feliz.

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