A los señores del gobierno de España

Los políticos gastan millonadas
en propagandas publicitarias,
para promocionar promesas
que nunca cumplirán.

Sus maquilladas caras
de luminosas sonrisas
aparecerán en infinidad de fotografías.

¿Pero qué hay de las caritas ojerosas
de niños de pálidas mejillas
que construyen pequeños mundos
con piedras y botellas vacías?

¿Saciarán su hambre las promesas?
¿Se vestirán de discursos?
¿Construirán una casa con los millones de hojas volantes
impresas con un "vota por mi"?

Quieren vivir a pesar de sus estómagos
hinchados y llenos de parásitos,
a pesar de la pobreza se atreven a soñar
pero no tienen edad para votar.

El candidato perfumado y elegante
va a la televisión,
mientras un niño desnudo y descalzo
muere de desnutrición.

El hombre de venas hinchadas y manos agitadas
escupe sus arenas populistas
mientras aumentan las listas
de niños sin hogar.

Que las grandes obras se harían
si millones no se gastaran
en épocas de elección
apoyando políticos sin solución.

¿Cuál será mejor partido?
El que se parta el alma
por la sonrisa de un niño.


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