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Mostrando entradas de septiembre, 2012

Millas que recorrer

A pesar de todo, el camino continúa, lento, con recodos, con encrucijadas en las cuales tienes que decidir la dirección has de tomar. No hace mucho, en una de ellas, varié la dirección, no por mí, sino por las circunstancias, en ese recorrido estuve en soledad, porque era un pequeño desvío en el cual no se aceptaba a nadie, en el vi a persona a las que creía de otra condición humana, y que demostraron que ante la injusticia y la opresión, simplemente se les ocurre esconder la cabeza en la tierra, como los avestruces, a personas en apariencia insignificantes, que demostraron ser titanes, a gente, en fin, que vendió su futuro y el de sus familias, como vulgarmente se dice, por un plato de lentejas. Todos nosotros nos vimos envueltos en la misma guerra, todos salimos heridos, pero sólo algunos podremos seguir con la cabeza alta, sólo algunos podremos seguir mirando a nuestros hijos a los ojos sin la vergüenza de no haber defendido lo que era suyo. Que tristeza me da haber descubierto l

Y es que así somos, seres humanos...

Hablamos para comunicarnos, desahogarnos o simplemente hacer felices a los demás. Reímos porque algo nos hace gracia, por aguantar la situación, por no quedar mal y quizás incluso por no llorar. Soñamos lo inalcanzable o quizás lo más sencillo, porque todos queremos un futuro hecho a nuestra medida, a veces todo va bien, otras no podemos conseguir lo deseado, y en las peores veces nos equivocamos de sueño y al rectificar jodemos a los que nos rodean, también compartimos sueños y a veces se rompen. Existimos porque alguien lo quiso así y debemos seguir nuestro camino y no dejar que nadie nos impida vivir. Lloramos por decepciones, por desilusiones, por errores nuestros y de los demás, lloramos porque algo fue demasiado fuerte y no pudimos aguantar el dolor, lloramos por incredulidad, por recuerdos, malos, buenos, perfectos, por cosas que sabes que no se van a repetir, o que si se repiten, nunca serán iguales, pero la manera más bonita y la menos común por la que lloramos es por felicid

Juego de niños

"Bueno, ya está bien. ¿Qué somos? ¿Niños o adultos?". Esta frase pronunciada por un ser cercano me ha hecho recapacitar sobre las personas que dirigen nuestras vidas en los últimos tiempos. Y es que llama la atención ver a esos adultos convertidos en tiernos infantes: políticos discutiendo entre ellos por ver quién se lleva el trozo más grande de la tarta mientras el número de parados supera los cinco millones, banqueros jugando al pilla-pilla mientras los desahuciados a causa de la crisis buscan un sitio donde vivir, obispos lloriqueando por tener que pagar los impuestos básicos, televisiones que parecen guarderías... Mientras tanto, en los patios de los colegios los niños hablan, dialogan y llegan a grandes acuerdos como la formación de equipos de fútbol para jugar en el recreo o cierran negocios importantes como el cambio de un cromo de Messi por el de Llorente sin que nadie salga perjudicado. Tal vez deberíamos seguir su ejemplo y tomarnos la vida tan en serio como ellos

¿Qué es crecer?

Crecer es aprender a despedirse. Es el día que te das cuenta de que crecer va a significar despedirse de personas, situaciones, emociones, memorias, ilusiones e incluso amigos que se suponen que iban a estar para toda la vida. El día que ves que crecer significa conocer cada día más gente que ya murió. El día que te das cuenta de que algunas cosas probablemente no volverán a ser lo mismo por una tontería. O más bien, el día en el que te das cuenta que te despides mejor que hace un año, que ya no te sorprende que la gente desaparezca de tu vida. Ese día estás aprendiendo a decir adiós, ese día estarás creciendo.

Y esta es la verdad

Soy despiadada, tramposa, critica, borde, imbécil, sincera, doliente, sangrante, cabrona, oportunista, ganadora, osada, fiel, lógica, pensativa, firme, inflexible y educada. Pero no os  equivoquéis , no soy con vosotros nada que no sea conmigo misma. Así que no os engañéis porque todos y cada uno me queréis por cada uno de esos atributos, porque es cuando llegan los momentos difíciles, cuando necesitáis un lobo que haga el trabajo sucio mientras vosotros os limpiáis las manos y miráis a otro lado para momentos después criticarlo. Así que, decidme, ¿quién es el hipócrita?

El mejor veneno

Los amigos ausentes. Las resacas homicidas. El cartel de "no molesten". Las malditas despedidas. Las ojeras en el alma. El menú de la cuneta. Los aeropuertos sin calma. Despegar en furgoneta. El teléfono que arde. Las cortinas asesinas. Llegar a todo tarde. No conocer rutina. Olvidar todos los nombres. Recordar alguna cara, y con un mucho de suerte llegar ileso a casa. El oficio que te escoge. El veneno que te atrapa...